viernes, 16 de octubre de 2009

INICIOS

En 1756 dedicó una Elegía a la muerte de Felipe V y otra fue motivada por el terremoto de Lima. Su “Caída de Luzbel” y “La Concepción de María” son consideradas otras muestras felices de su estro, pero la mayor de todas es la “Carta a Lizardo” de alta grandeza y acabado despliegue técnico para persuadir que todo lo nacido muere dos veces. Todo ser creado muere dos veces, empezar a vivir es empezar a morir.

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